Since the concept of metaverse first appeared in 1992, there have been different descriptions and applications regarding this new world. At first, it was described as a collective virtual space compatible and convergent with reality.

Factors such as blockchain technology and NFTs, single proprietary assets, are what ensure that transactions can be carried out effectively in the metaverse. Virtual lands in this digital universe have almost the same use as we give them in the real world: investing, developing products and services or for personal enjoyment.

According to Decentraland, a company dedicated to managing and selling properties in these virtual cities, more than 50 million dollars have been sold between land, avatars, properties and complements in the metaverse.

It is becoming increasingly clear that commercial real estate in the metaverse is going to play a huge role in the global real estate industry in the coming years.

In late 2021, Tokens.com signed a letter of intent to purchase a 50% stake in a digital real estate portfolio owned by Metaverse Group, which then plans to market the offerings as the first REIT for digital real estate. Metaverse Group believes the IPO could occur in 2022 or 2023.

By 2022, real estate sales in the Metaverse are expected to total $1 billion.

It should be noted that these figures have been compiled based on the four largest virtual platforms today – Decentraland, The Sandbox, Cryptovoxels and Somnium Space.

If you want to buy land in the metaverse, the first thing you should know is that what you are buying is a digital asset. These assets will have characteristics and dimensions that will depend on the metaverse you have chosen to carry out the transaction. In general, the smallest plot is usually 1×1 in relation to the total space available, which translates to 96 square meters in Sandbox and 16 in Decentraland, according to an analysis conducted by Fortune.

The price of land will depend, as in the real world, on different factors such as the chosen universe, location, size, demand, etc.

Although the number of investors is still low, the amounts being invested are quite high.

However, despite the high prices, interest in metaverse real estate continues to grow, especially as the coronavirus pandemic has made more people go online and more likely to socialize virtually.

Buying virtual land is certainly a high-risk investment, just like buying cryptocurrencies and NFT. For starters, the market is largely unregulated, which means that if something goes wrong, such as a seller turning out to be a scammer and disappearing with the money, the channels for seeking restitution are not developed.

There are other technical considerations that can add an additional layer of risk: since transactions are done in cryptocurrencies and NFT, you have to be sure you can store them securely and not forget the password or whatever means you are using to authenticate your ownership.

Because everything is protected on blockchain with smart contracts and securely encrypted, the risk that someone could steal a virtual property or default on agreements to pay rent is currently minimal. However, there is concern that future technology (such as quantum computing) may render current cryptographic security measures obsolete. This may not be an issue now, but it could be an issue to consider if large long-term investments are involved.

 

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Metaverso y Real Estate

Desde que el concepto de metaverso apareció por primera vez en 1992, ha habido diferentes descripciones y aplicaciones respecto a este nuevo mundo. En un principio se describió como un espacio virtual colectivo compatible y convergente con la realidad.

Factores como la tecnología blockchain y los NFT, activos de propiedad única, son los que garantizan que las transacciones se puedan llevar a cabo de manera efectiva en el metaverso. Los terrenos virtuales en este universo digital tienen un uso casi igual al que les damos en el mundo real: invertir, desarrollar productos y servicios o para el disfrute personal.

Según Decentraland, una empresa dedicada a gestionar y vender propiedades en estas ciudades virtuales, se han vendido más de 50 millones de dólares entre terrenos, avatares, propiedades y complementos en el metaverso.

Cada vez está más claro que el sector inmobiliario comercial en el metaverso va a desempeñar un papel enorme en la industria inmobiliaria mundial en los próximos años.

A finales de 2021, Tokens.com firmó una carta de intenciones para comprar una participación del 50% en una cartera inmobiliaria digital propiedad de Metaverse Group, que luego planea comercializar las ofertas como el primer REIT para bienes raíces digitales. Metaverse Group cree que la salida a la bolsa podría producirse en 2022 o 2023.

Se espera que en 2022 las ventas inmobiliarias en el metaverso asciendan a 1.000 millones de dólares.

Cabe destacar que estas cifras han sido elaboradas con base en las cuatro plataformas virtuales más importantes en la actualidad: Decentraland, The Sandbox, Cryptovoxels y Somnium Space.

Si desea comprar terrenos en el metaverso, lo primero que debe saber es que lo que se compra es un activo digital. Dichos activos tendrán unas características y dimensiones que dependerán del metaverso que haya elegido para realizar la operación. Por lo general, la parcela más pequeña suele ser de 1×1 con relación al espacio total disponible, lo que se traduce en 96 metros cuadrados en Sandbox y 16 en Decentraland, según un análisis realizado por Fortune.

El precio de los terrenos dependerá, al igual que en el mundo real, de diferentes factores como el universo elegido, la ubicación, el tamaño, la demanda, etc.

Aunque el número de inversores aún tiene unas cifras bajas, las cantidades que se invierten son bastante altas.

Sin embargo, a pesar de los elevados precios, el interés por los inmuebles metaversos sigue creciendo, sobre todo porque la pandemia de coronavirus ha hecho que más personas se conecten a Internet y sean más propensas a socializar virtualmente.

Comprar tierras virtuales es sin duda una inversión de alto riesgo, al igual que comprar criptomonedas y NFT. Para empezar, el mercado está en gran medida desregulado, lo que significa que si algo sale mal, como que un vendedor resulte ser un estafador y desaparezca con el dinero, los canales para solicitar la restitución no están desarrollados.

Existen otras consideraciones técnicas que pueden agregar una capa adicional de riesgo: dado que las transacciones se realizan en criptomonedas y NFT, hay que estar seguro de poder almacenarlas de manera segura y no olvidar la contraseña o cualquier medio que esté utilizando para autenticar su propiedad.

Debido a que todo está protegido en blockchain con contratos inteligentes y encriptado de forma segura, el riesgo de que alguien pueda robar una propiedad virtual o incumplir los acuerdos para pagar el alquiler es actualmente mínimo. Sin embargo, existe la preocupación de que la tecnología futura (como la computación cuántica) pueda dejar obsoletas las medidas de seguridad criptográficas actuales. Es posible que esto no sea un problema ahora, pero podría ser un problema a tener en cuenta si se trata de grandes inversiones a largo plazo.